Tengo el anhelo de un día ver a mis compañeras -a las que tanto les llaman travestis, vestidas, jotas, gays, putos, trans o mujeres trans- unidas, educadas y trabajando en un mismo sentir y hacia un mismo objetivo. No el derecho de ser mujeres -porque ya nacimos mujeres- sino el de ser libres; porque la libertad cuesta, y cuesta mucho. Pero vale la pena.
Mi intención no es -y jamás ha sido- que exista un grupo de «mujeres trans» como si fuéramos distintas al resto de las mujeres, sino más bien un grupo de «Personas» con el objetivo de reinvindicar y dignificar a las mujeres que vivimos en nuestra condición; y por supuesto las necesito a ustedes, a mis compañeras, a las que entienden por lo que nos tocó pasar.
Nunca olvides que eres una mujer, con todas sus letras y en toda la extensión de la palabra. No permitas que usen etiquetas valorativas hacía ti. Si te gustan los hombres, no eres gay, eres una mujer completamente heterosexual. No eres hombre, pero claro que está bien que te puedan gustar las mujeres sin que ello sacrifique tu feminidad. No eres una vestida, eres una mujer con ropa. Si tienes novio o esposo no es un mayate, es un hombre.
Si tienes rasgos secundarios masculinos, sigues siendo bonita, femenina y muy valiosa. No necesitas una corona de certamen de belleza gay -porque de entrada, no eres gay- tu corona es tu femineidad, tu mujer interna. Si eres estilista, imitadora o sexoservidora, no eres menos respetable ni valiosa, y son ocupaciones perfectamente dignas de recibir respeto y tener derechos civiles.
Pero no olvides que por tu condición éstas no son las únicas opciones, tú tmb puedes ser cirujana, doctora, maestra, azafata, educadora preescolar, niñera, administradora, abogada, enfermera, tmb puedes ganar una corona de Miss Universo (sin agregarle el rótulo gay), policía, millar y otras ocupaciones socialmente consideradas masculinas, puedes ser presidenta, gobernadora, y por supuesto que puedes ser esposa, y tmb ser una madre.
Siéntete orgullosa de ser mujer, vívelo, celébralo. El pasado 8 de Marzo, se conmemoró el día internacional de la mujer, un día para recordar las injusticias que HEMOS vivido las mujeres a lo largo de la historia de la humanidad, un día para reflexionar sobre la equidad e igualdad de las mujeres en referencia a los varones. Mujer, únete a esta lucha -no a esta fecha- para que juntas podamos lograr la igualdad, no te sientas menos digna sólo porque no naciste con vagina, sólo porque no puedes concebir o sólo porque alguien te dice que no eres mujer.
No te presentes ni te asumas como transexual o como mujer trans -ésta etiqueta está bien utilizada cuando se menciona para referir a la condición de adaptación de nuestra biología con nuestra anatomía y nuestro rol social de género- simplemente eres una mujer, y tienes un nombre, úsalo cada vez que te presentes.
No mencioné a los hombres que viven nuestra misma condición -pero tmb lo dirijo a ustedes chicos-, porque la transexualidad femenina es todavía más agredida y discriminada -en mi opinión- y estoy convencida que en parte en nuestra responsabilidad (de las mujeres) al ser permitivas u omitivas.
Sé que no soy mejor que nadie, que no tengo ningún poder ni autoridad sobre nadie, que la sabiduría ni el conocimiento están en mí. No intento criticar ni juzgar a nadie. Simplemente sé que soy responsable -y no víctima- de mi propia situación, por cuanto me quedo callada. Las palabras son sólo eso si no cobran vida en acciones, pero esta es una forma de empezar.
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